Rajoy anuncia la destitución de todo el Govern y elecciones en Cataluña “en el plazo máximo de 6 meses”
El gobierno sedicioso de Carles Puigdemont tiene los días contados. Tanto el presidente de la Generalitat como sus consejeros serán destituidos en cuanto el Senado, con mayoría absoluta del PP y tras sesión que tiene previsto celebrar el próximo viernes, apruebe las medidas que el Gobierno de España le ha remitido este sábado y que cuentan también con el aval del PSOE y Ciudadanos.
Mariano Rajoy ha aplicado el artículo 155 de la Constitución y lo ha hecho con voluntad decidida para devolver la legalidad en Cataluña y garantizar los derechos de todos los catalanes, después del golpe separatista que comenzó en el Parlament el pasado 6 de septiembre. Llegado el momento, con determinación y sin medias tintas, Rajoy ha propuesto al Senado la destitución de Puigdemont, de su vicepresidente, Oriol Junqueras, y de todos los consejeros del Govern. Serán los ministros de España los que asuman sus responsabilidades y funciones.
Su destitución no supone la suspensión de la autonomía catalana. La Generalitat seguirá siendo la administración ordinaria. Pero pasará a ser gestionada por personas que se elegirán y nombrarán desde Madrid.
El 155 alcanzará no solo al Govern. También el Parlament será intervenido. La facultad de disolver la cámara autonómica pasará a ser competencia exclusiva de Rajoy, cerrándose así la puerta a que Puigdemont pueda responder ahora al 155 con la convocatoria de elecciones.
El Parlament seguirá ejerciendo la función representativa de los catalanes «para garantizar el pleno respeto al Estatut y la Constitución», pero su presidenta, Carme Forcadell, no podrá proponer candidato a la presidencia de la Generalitat, ni celebrar el debate y votación de investidura. Tampoco podrá aceptar iniciativas contrarias a la Constitución y el Estatut. El gobierno tendrá un plazo de 30 días para ejercer su derecho de veto.
La intervención de la autonomía catalana [pincha aquí para consultar el documento aprobado], que tiene como objetivo restaurar la legalidad violada por el Govern, recuperar la convivencia rota y salvaguardar una recuperación económica que se ha puesto en peligro, concluirá con unas elecciones en un plazo que, según compromiso de Rajoy, no será mayor de seis meses. La intención, de hecho, es celebrarlas cuantos antes, muy posiblemente a finales de enero, como desean PSOE y Ciudadanos.
«Mi único temor como presidente del Gobierno español es no cumplir con mi obligación», ha subrayado Rajoy en la rueda de prensa en el Palacio de la Moncloa en la que ha explicado las medidas para atajar la sedición en Cataluña. «Lo que me he encontrado enfrente no lo había visto en los muchos años que llevo en la vida política», ha incidido, y ha apuntado que él no eligió a su interlocutor, «lo eligieron otros».